Pues eso, así son las leyes y las tradiciones, y a quien no les guste pues a joderse.
No se puede ser tolerante con los perroflautas fuma porros que no respetan nuestra castiza cultura, habría que quemarlos en la santísima hoguera de la inquisición, ojala fueran negros a los que esclavizar o mujeres a las que escupir y maltratar por no tener la cena hecha cuando subimos del bar de ver el fútbol con los amigos un poco borrachos, y que decir de los maricones…mejor no hablar.
Y es que todo esto tiene que ver, y mucho, señores y señoras, taurinos y antitaurinas, porque las tradiciones
sanguinarias y humillantes están para abolirse mediante los actos necesarios, no siempre mediante leyes, ya que las leyes, en nuestro sistema jerarquico, las escriben los cazadores, nunca los leones.
Para que una sociedad pueda avanzar y no quedarse estancada en la Edad Media,(y no hablo de postmodernismo, o desarrollismo, o progreso, hablo de avanzar en valores con los animales humanos y no humanos, con nuestro medio ambiente, con nuestro entorno social…) es necesario, infinidad de veces, transgredir esas leyes democráticas que tanto defendemos cuando nos interesan, y que solo llevan a mantener el statu quo.
Nos vemos en las calles